Hace un tiempo que no escribo pero es cada vez mayor la sensación de desamparo y cada día se suma un nuevo tema que nos preocupa.

Cuando empezamos a escuchar que en el sur se estaban ocupando terrenos, casas y demás, nos llamó la atención y nos preocupó. Durante nuestro Gobierno se intentó hacer frente y, como siempre, se desató la polémica. Que sí había exceso de la autoridad o si estaba bien, que si era una lucha válida de los usurpadores o si lo que hacían era ilegal. Hoy, con la gestión actual podemos ver que la situación está descontrolada y no hay evidencia de que haya intenciones de solucionarlo. Es que el mensaje debe ser claro, usurpar es ilegal, está mal, y el gobierno debe velar por la integridad de las personas y de la propiedad privada. Son derechos constitucionales.

Ante las manifestaciones de parte de los propietarios y vecinos de los lugares usurpados, el Gobierno Nacional intervino, pero ¡para levantar una denuncia penal a los que se manifestaban! Sí, a los damnificados, fueron contra los vecinos a los que les estaban robando y usurpando. Creo que ni Maduro se animó a tanto… bueno, quizás sí… mal presagio.

“El problema más grave se da en la provincia de Buenos Aires, la más densamente poblada del país, donde ya hubo más de 1.800 usurpaciones de terrenos en lo que va del año”.

BBC

Pero la cosa no quedó ahí, desde principio de año se siguieron escuchando situaciones, y cada vez más cerca. Las tomas ya no eran en el sur (que nos resultaba lejano), ahora estaban en Buenos Aires. El tema empezó a tomar mayor repercusión y en los medios nacionales e internacionales empezaron a hablar.

Según la BBC “El problema más grave se da en la provincia de Buenos Aires, la más densamente poblada del país, donde ya hubo más de 1.800 usurpaciones de terrenos en lo que va del año”.
Llegamos a escuchar acerca del desarrollo de una App para celulares, en la que se identificaban inmuebles vacíos, bajo la supuesta coordinación de Juan Grabois. Pensamos que no podía ser real… ¿cómo podría ser cierto algo así?

El Gobierno no podría permitir eso. Estamos en Argentina, y gobiernan los mismos que le reclamaban a Macri por la supuesta falta de Estado de Derecho (que contempla también el derecho a la propiedad privada).

Sin embargo, días después podíamos leer en un portal de noticias: “En estos días, aparecieron en varias paredes de la Ciudad de Buenos Aires unos curiosos carteles: Ni casa sin gente, ni gente sin casa. Expropiación ya. Los mismos estaban pegados en inmuebles desocupados. Es decir, «ocupables» o «expropiables». Quién pagó por estos carteles, la misma gente que no tiene casa, o grupos cargados de ideologías raras que hoy forman parte del gobierno? Estos carteles están ligados a una aplicación llamada Habitapp, se trata de una plataforma para teléfonos móviles que “avisa” donde hay casas o terrenos disponibles.”, desde el Gobierno solo silencio.

La situación de Guernica no es ajena a esta triste realidad. Allí hay miles de personas usurpando terrenos y todavía no hay miras de una solución. Tuve la posibilidad de acercarme y recorrer el predio junto a Cristian Ritondo, Alex Campbell, el concejal Guido Giana (damnificado por el hecho) y Diputados de nuestro espacio, con la intención de conocer en primera persona lo que está sucediendo.

El problema es mucho más grande de lo que parece. Porque esas personas vulnerables (según informan fuentes oficiales, serían 1500 familias, aunque sabemos que este gobierno y los números dejan mucho que desear) llegaron influenciadas por organizaciones cuyo objetivo tiene más relación con una lucha ideológica que con la intención de reducir la pobreza. Y, lógicamente, nadie está en contra de la solución habitacional que necesitan muchísimos bonaerense (aunque estás tomas están lejos de resolver el problema, son campos alejados, inundables, sin servicios, donde no hay posibilidad de generar igualdad de oportunidades) pero mientras todo esto ocurre los propietarios están cada vez más lejos de recuperar sus terrenos.

Tal es así que, ante la posibilidad del primer desalojo, la Ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, dijo: «no es un tema de seguridad. Es un tema de déficit habitacional y una presión por el mercado de tierras que evidentemente hay que paliarlo con soluciones que se anticipen al problema»

No es un hecho aislado

No quiero aburrirlos, pero tampoco puedo dejar de mencionar la ocupación del campo de la familia Etchevhere en Entre Ríos, y donde también vuelve a aparecer Grabois. Sí, con un centenar de personas ocupando un campo de manera ilegal, justificándose en los conflictos familiares, en el montaje de un emprendimiento “agroecológico” y, por supuesto, avanzando firmemente con un pedido al Gobierno de reforma agraria; proponiendo expropiar tierras para redistribuirlas. Expropiar… una palabra que viene imponiéndose desde principios de este gobierno y contra la que, lamentablemente, deberemos luchar cada vez que suena, porque una vez que avanza es difícil de frenar.

Como frutilla del postre, ya que es época de frutillas (aprovechemos antes que expropien los campos), el Gobernador Axel Kicillof ayer hizo declaraciones en sintonía con todo lo anterior, dijo: “Los barrios privados son prácticamente ocupaciones de tierras”, haciendo un paralelismo y justificando las tomas. Comparando una situación que va en contra de la propiedad privada con la de muchas personas que sí son dueñas de sus casas, que trabajan, que pagan sus impuestos y no reciben nada a cambio, ni quisiera algo tan básico como la seguridad. Razón por la qué, paradójicamente, eligen habitar estos “barrios privados” y poder tener la libertad de abrir la puerta de su casa, sin padecer la inseguridad con la que tristemente convivimos en el conurbano, que también terminan siendo barrios privados pero privados de libertad.

El camino que recorrimos hasta ahora es, ni más ni menos, lamentable para muchos de nosotros, y sin dudas no es el que nos gusta recorrer. Por eso hoy más que nunca tenemos que luchar por los valores, por las ideas, porque nuestro país es nuestro, y nadie debe estar por encima de nadie y mucho menos de las instituciones. Defendamos la República, defendamos la Argentina!

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